Érase una vez una bruja que tejía mantas y capas para las niñas
de la villa entre tanto tenía un gato que le hacía maldades y le enredaba la lana y se la escondía en el zapato; cada día aumentaba o disminuía sus
costuras por culpa del gato, mientras tanto, la cenicienta se sentía muy
contenta de haber sido invitada al baile real… ¡Aunque no tenía traje…¡ pidió
ayuda a sus amigos del bosque, y el hada apareció para concederle el deseo y se fue al baile donde perdió el zapato; el gato lo recuperó y se lo
midió a caperucita roja, la bella durmiente a la bruja, pero a ninguna le
sirvió entonces llegó con alboroto el gato con el zapato se lo midió al lobo y
a cenicienta, donde esta quedó contenta…. Y al paso llegó la bruja con la manzana llena de menta y se la
ofrece a la bella durmiente que casi se parte
un diente pero afortunadamente la rescató el príncipe valiente se han
querido casar e invitar a la cenicienta que también se quiere casar al igual
que caperucita roja que se ha enamorado del buen cazador y para ello el lobo elegante va a ser escogido
como cantante y los enanos amenizan la orquesta y blanca nieves que también se
quiere casar con el hermano del príncipe valiente…se unirá al gran banquete y
ha hecho la paz con la madrastra quien ha utilizado sus artimañas para la
ciencia. E hizo una gran fiesta para festejar la unión de las princesas y los
caballeros valientes.
Y por último está el gato bandido que se ha unido con la bruja
artesana que confeccionaba capas de lana con mucha gana e inspiró
momentos de paz y felicidad en el reino
del nunca jamás.
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